sábado, 27 de noviembre de 2010

Fonógrafo

El fonógrafo fue el dispositivo más común para reproducir sonidos grabados desde la década de 1870 hasta la década de 1880. El fonógrafo fue inventado por Thomas Alva Edison.

El fonoautógrafo


Fonoautógrafo ideado por Leon Scott en 1866.

La primera invención conocida de un dispositivo capaz de grabar una vibración sonora fue el "fonoautógrafo", inventado por el francés Édouard-Léon Scott de Martinville y patentado el 25 de marzo de 1857. Podía transcribir una vibración sonora a un medio visible, pero no tenía un modo de ser reproducido después. El aparato consistía en un cuerno o un barril que recogía las ondas hacia una membrana a la que estaba atado una cerda. Cuando llegaba la onda, ésta vibraba y se movía y la vibración sonora podía grabarse en un medio visible. Inicialmente, el fonoautógrafo grababa en un cristal ahumado. Una versión posterior usaba un papel también ahumado enrollado en un tambor o cilindro. Otra versión dibujaba una línea representando la vibración sonora en un rollo de papel. El fonoautógrafo era considerado como una curiosidad de laboratorio para el estudio de la acústica. Era usado para determinar la frecuencia de un tono musical y para estudiar el sonido y el habla. No se entendió hasta después del desarrollo del fonógrafo ya que la onda grabada por el fonoautógrafo era de hecho una grabación del sonido que sólo necesitaba un medio de reproducción adecuado para sonar.

En 2008, estudiosos de la historia del sonido americanos reprodujeron por primera vez el sonido grabado por un fonoautógrafo.

El equipo logró tener acceso a los papeles con grabaciones del fonoautógrafo de Leon Scott que estaban guardados en la oficina de patentes de la Académie des Sciences francesa. Escanearon el papel en relieve con un sofisticado programa de ordenador desarrollado años antes por la Biblioteca del Congreso estadounidense. Las ondas del papel fueron traducidas por un ordenador a sonidos audibles y reconocibles. Uno de ellos, creado el 9 de abril de 1860 resultó ser una grabación de 10 segundos (de baja fidelidad pero reconocible) de alguien cantando la canción popular francesa "Au Clair de la Lune". Este "fonoautograma" es la primera grabación de sonido conocida así como la primera grabación que es, actualmente, reproducible. Muy anterior a la grabación de un reloj parlante de Frank Lambert y la de un concierto de Haendel realizada por la Compañía Edison, que datan de dos y tres décadas después, respectivamente.

El fonógrafo de Edison


Fonógrafo de Edison (1877).

Fonógrafo de Edison y cilindros de grabación.

El fonógrafo fue el que, hasta 1876, se creó el primer aparato capaz de grabar sonido, aunque sí fue el primero que pudo reproducirlo después Thomas Alva Edison21 de noviembre de 1877, mostró el dispositivo por primera vez el 29 de noviembre de ese mismo año y lo patentó el 19 de febrero de 1878. anunció la invención de su primer fonógrafo,la primera pieza interpretada fue:"Mary had a little lamb" ("Mary tuvo un corderito") el

El fonógrafo utiliza un sistema de grabación mecánica analógica en el cual las ondas sonoras son transformadas en vibraciones mecánicas mediante un transductor acústico-mecánico. Estas vibraciones mueven un estilete que labra un surco helicoidal sobre un cilindro de fonógrafo. Para reproducir el sonido se invierte el proceso.

Al principio se utilizaron cilindros de cartón recubiertos de estaño, más tarde de cartón parafinado y, finalmente, de cera sólida. El cilindro de cera, de mayor calidad y durabilidad, se comercializó desde 1889, un año después de que apareciera el gramófono.

El 2 de diciembre de 1889 un representante de la casa Edison, Theo Wangeman, grabó una interpretación del celebérrimo compositor Johannes Brahms. Se trataba de un segmento de las Danzas Húngaras en una versión para piano solo. Esta grabación áun se conserva, pero su calidad es pésima.

Inventos posteriores al fonógrafo

Desde 1877 se desarrollaron múltiples artefactos similares al fonógrafo y surgieron las llamadas "talking machines". Sin embargo, sólo el gramófono logró hacer sombra a la invención de Edison.

En 1888, Emile Berliner patentó el gramófono, instrumento muy similar al fonógrafo que se utilizó para sonorizar las películas cinematográficas y fue punto de partida de la CBS (Columbia Broadcasting System).

Aderlis S. Marquez G.

CRF

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Lámpara incandescente

El invento de la lámpara incandescente se atribuye generalmente a Thomas Alva Edison que presentó el 21 de octubre de 1879 una lámpara práctica y viable, que lució durante 48 horas ininterrumpidas. El 27 de enero de 1880 le fue concedida la patente, con el número 223.898. Otros inventores también habían desarrollado modelos que funcionaban en laboratorio, incluyendo a Joseph Swan, Henry Woodward, Mathew Evans, James Bowman Lindsay, William Sawyer y Humphry Davy

Cabe recordar que el alemán, Heinrich Goebel ya había registrado su propia bombilla incandescente en 1855, mucho antes por tanto que Thomas A. Edison. Tiempo después, pero siempre antes que a Edison, el 11 de julio de 1874 se le concedió al ingeniero ruso Alexander Lodiguin la patente nº1619 por una bombilla incandescente. El inventor ruso utilizó un filamento de carbono.

La bombilla es uno de los inventos más utilizados por el hombre desde su creación hasta la fecha. Según un ranking de la revista Life es la segunda más útil de las invenciones del siglo XIX. La comercialización de la bombilla por parte de la compañía de Thomas A. Edison estuvo plagada de disputas de patentes con sus competidores.

Propiedades

La lámpara incandescente es la de más bajo rendimiento luminoso de las lámparas utilizadas: de 12 a 18 lm/W (lúmenes por vatio de potencia) y la que menor vida útil o durabilidad tiene: unas 1000 horas, pero es la más difundida, por su bajo precio y el color cálido de su luz. No ofrece muy buena reproducción de los colores, ya que no emite en la zona del espectro de colores fríos, pero tener un espectro de emisiones continuo logra contener todas las longitudes de onda en la parte que emite del espectro. Su eficiencia es muy baja, ya que solo convierte en trabajo (luz visible) alrededor del 15% de la energía consumida. Otro 25% se transforma en energía calorifica y el 60% restante en radiación no perceptible, luz ultravioleta y luz infrarroja, que acaban convirtiéndose en calor.

Las lámparas incandescentes, al menos en Europa, están siendo retiradas progresivamente del mercado, siendo sustituídas por opciones mas eficientes, como las lámparas fluorescentes compactas y las basadas en tecnología LED.

Incandescent light bulb.svg
  1. Capa exterior del cristal del bombillo
  2. Gas inerte a baja presión (argón, neón, nitrógeno)
  3. Filamento de Tungsteno
  4. Alambre de Contacto
  5. Alambre de Contacto
  6. Alambres de Soporte
  7. Tronco (hecho de cristal)
  8. Alambre de Contacto
  9. Tapa (casquillo)
  10. Aislante de Vidrio
  11. Contacto eléctrico

Invento

Invento o invención (del latín invenire, "encontrar" -véase también inventio-) es un objeto, técnica o proceso que posee características novedosas o transformadoras. Sin embargo, algunas invenciones también representan una creación innovadora sin antecedentes en la ciencia o la tecnología que amplían los límites del conocimiento humano.

En ocasiones, se puede conceder protección legal a una invención por medio de una patente a aquellos inventos nuevos y no obvios .

La primera bombilla eléctrica de Thomas Edison.

Primeras invenciones

Los primeros inventos datan de la prehistoria fueron elementos realizados en piedra, toscos y rústicos, los que fueron evolucionando a través de los tiempos. En la opinión de muchos autores el mayor, antes de la documentación histórica, es el sistema de signos para comunicarse: el lenguaje. En opinión de otros el lenguaje, no es un invento, sino una forma de expresión natural, entendiendo por expresión como el uso de una capacidad innata. Los perros se comunican entre sí, los delfines y los insectos... nuestra incapacidad de comprender dichos lenguajes, no es motivo para descalificarlos como tal, pues es autodemostrativo que se comunican usando su propio lenguaje. Si el lenguaje se considera un invento, entonces muchos autores consideran que también se debe considerar inventores a todas las especies de animales que tienen lenguaje sea éste más o menos tosco o limitado.

En lo que todo el mundo parece estar de acuerdo es en que los primeros inventos fueron los utensilios para el procesado de comida, la caza y la salud y la medicina. La ropa y por supuesto la rueda que posiblemente sea el invento más sustancial en la prehistoria desde el punto de vista de la tecnología.

Las ideas como punto de partida

Si bien un objeto o método innovador y útil se puede desarrollar para satisfacer un propósito específico, la idea original puede que nunca se realice como invención de trabajo, quizás porque el concepto sea de cierta manera poco realista o impráctica. Como a "castillos en el aire" se puede referir a una idea creativa que no alcance su objetivo debido a consideraciones prácticas. La historia de la invención está llena de tales casos, pues las invenciones no surgen necesariamente en el orden que sea más útil. Por ejemplo, el diseño del paracaídas fue resuelto mucho antes de la invención del vuelo autónomo. Otros inventos simplemente solucionan problemas para los cuales no hay incentivo económico para los cuales proporcionar una solución.

Por otra parte, cualquier barrera a la puesta en práctica puede simplemente ser adjudicada a limitaciones de la ingeniería o la tecnología que eventualmente se pudiesen superar a través de avances científicos. La historia esta también repleta de ejemplos de ideas que han tomado un cierto tiempo para hacerse realidad física, según lo demostrado por las varias ideas atribuidas originalmente a Leonardo da Vinci y a las que ahora se ve su aplicación diaria en forma práctica.

Motivación

Sin entrar en el ámbito psicológico de la invención humana, se reconocen básicamente 2 patrones que motivan los inventos por encima del resto.

Por un lado está la motivación (altruista) unido a la inquietud científica que simplemente persigue crear un invento con el fin de mejorar algo. Este afán suele está unido a la personalidad del inventor.

La otra motivación suele ser la pura y simple idea que persigue la comercialización para obtener unos rendimientos económicos.

No es infrecuente ver una mezcla de ambos en diferentes dosis según cada caso. Normalmente reconocer una motivación u otra puede establecerse en base a lo acertado del invento respecto de las demandas de un potencial mercado. Si un invento aparece cuando hay una gran demanda puede en la mayoría de las ocasiones ser fruto de un espíritu emprendedor con un conocimiento de mercadotecnia muy marcado. Si un invento tiene escasa demanda, la inquietud científica del inventor es la que manda. Por ejemplo cuando se inventó el teléfono fue deshechado por muchos que incluso con burlas indicaban que no tenía utilidad práctica.

Aderlis S. Marquez G.

CRF

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Imprenta, Papel y Libros

Una de las primeras necesidades del ser "racional" fue transmitir a los demás, de su época o de futuras generaciones, sus vivencias e impresiones. Las primeras manifestaciones impresas fueron ideográficas. El primer escrito que se conoce se atribuye a los sumerios de Mesopotamia y es anterior al 3000 a.C. Como está escrito con caracteres ideográficos, su lectura se presta a la ambigüedad,

Los egipcios dejaron documentos que proceden de unos cientos de años después y testimonian el principio de transferencia fonética (Jeroglíficos).Posteriormente, surgieron también sistemas ideosilábicos en el Egeo, el valle del Indo y China.Otro sistema de escritura parecido data del 1300 a.C., y se ha encontrado en la costa norte de la actual Siria, pero en este caso los caracteres de la escritura eran unas cuñas como las de la escritura cuneiforme de Mesopotamia.









En toda la zona se escribía de forma parecida y fueron los griegos quienes tomaron su escritura de los fenicios. Dieron el último paso, pues separaron vocales de consonantes y las escribieron por separado; así se llegó a la escritura alfabética en torno al 800 a.C. El papel apareció en Egipto alrededor del 800, pero no se fabricó allí hasta el 900 (Papiro). El papel más antiguo conservado se fabricó con trapos alrededor del año 150. Durante unos 500 años, el arte de la fabricación de papel estuvo limitado a China; en el año 610 se introdujo en Japón, y alrededor del 750 en Asia central.

El pergamino, material muy duradero, lo utilizaron los pueblos antiguos y medievales para escribir en ellos textos sagrados y literarios. Alrededor del año 200 a.C. fue sustituyendo poco a poco al papiro y aproximadamente entre los años 1200 y 1400 fue asimismo reemplazado por el papel, aunque todavía se emplea en ocasiones especiales para documentos de gran importancia y trascendencia. El pergamino y la vitela están hechos empleando un procedimiento que consiste en lavar la piel, sumergirla después en una solución de cal para quitarle el pelo, rasparla e igualarla por ambos lados y al final desgastarla por un largo periodo de tiempo con polvos de piedra pómez. El llamado papel de pergamino, invención moderna, se obtiene al sumergir el papel ordinario sin encolar en una solución de ácido

En sus comienzos, en Oriente, las impresiones se conseguían oprimiendo el papel con un trozo de madera contra el bloque entintado. Los primeros impresores occidentales utilizaron prensas mecánicas de madera . Los impresores orientales que utilizaron tipos móviles los mantenían unidos con barro o con varillas a través de los tipos. La primera fundición de tipos móviles de metal se realizó en Europa hacia mediados del siglo XV; se imprimía sobre papel con una prensa.

El gran logro de Gutenberg fue el desarrollo de un método que permitió fundir letras con dimensiones precisas , la fecha aproximada de dicho invento fue el año 1450, este avance en la impresión contribuyó sin duda de forma decisiva a la aceptación inmediata del libro impreso como sustituto del libro manuscrito. A los libros impresos antes de 1501 se los conoce como los incunables.

Su primera obra impresa con este sistema fue la Biblia. La invención de Gutenberg fue acompañada de la fabricación del papel. En el período comprendido entre 1450 y 1500 se imprimieron más de 6.000 obras diferentes. El número de imprentas aumentó rápidamente durante esos años. A partir de allí, fueron cambiando las prensas primitivas, pasaron a automatizarse las máquinas de imprimir, así como a la par fue evolucionando la fabricación y producción de papeles . Hacia 1800, los avances en el mundo de la impresión hicieron hincapié en aumentar la velocidad.

Hacia fines del S. XIX los equipos se perfeccionaron, permitiendo reducir drásticamente el tiempo necesario para componer un libro en comparación con las labores manuales. Por último, la fotografía ha venido a contribuir al desarrollo de los modernos procesos de fotomecánica.

Desde los años sesenta, los avances en la fotografía y la electrónica han revolucionado la impresión. Los nuevos materiales sensibles a la luz, como las resinas de diazonio y los fotopolímeros, han creado superficies de impresión duradera por medios fotográficos y no mecánicos. Los sistemas informáticos permiten fabricar con rapidez películas para transferir imágenes a cualquier superficie de impresión. Incluso se obtienen impresiones o grabados directamente por medio de máquinas que utilizan ciertos tipos de rayo láser o agujas de diamante. 

Las imágenes generadas en los ordenadores o computadoras se almacenan en bases de datos y se transfieren directamente a las formas de impresión sin ningún paso intermedio. Un conjunto de inyectores de tinta, controlados por computadora, pueden generar imágenes sobre una hoja de papel en movimiento o la banda de una bobina. Las impresoras de chorro de tinta más sencillas se utilizan para imprimir información variable, como la fecha de caducidad en los envases de los alimentos o las etiquetas con la dirección en envíos postales, y a veces se instalan conectadas a los equipos de imprenta tradicionales. Las impresoras en color de chorro de tinta más complejas son capaces de generar reproducciones con calidad litográfica en muy poco tiempo. Mayor utilización va adquiriendo la impresión láser o impresora electrofotográfica que utiliza la misma tecnología que las fotocopiadoras.

Tomados en conjunto, todos estos cambios han sido considerados como una revolución de la impresión y del oficio gráfico, el que ha tenido que ir actualizándose rápidamente en la última década, para no quedar relegado a los tantos oficios obsoletos que han sido desplazados por la evolución de las nuevas tecnologías.

La escritura había sido inventada en Sumeria (Irak) hace 5.500 años, para contar y registrar hechos históricos, usando la escritura de símbolos cuneiformes, y  fue tornándose en el elemento más importante para que el hombre se informe y se comunique. El primer alfabeto, donde las letras podían unirse para ir formando palabras lo inventaron los fenicios alrededor del 1.300 antes de Cristo.

 Los primeros libros se realizaron en planchas de barro que contenían caracteres o dibujos incididos con un punzón. Las primeras civilizaciones que realizaron estos documentos fueron los antiquísimos pueblos de Mesopotamia, entre ellos los sumerios y los babilonios. Con mayor semejanza a los libros actuales fueron los rollos que realizaban los egipcios, griegos y romanos, compuestos por largas tiras de papiro -un material parecido al papel que se realizaba a partir de los juncos del delta del río Nilo - y que se enrollaban alrededor de un palo de madera. El texto se escribía con una pluma también de junco, en densas columnas y por una sola cara, y se podía leer desplegando el rollo. La longitud de las láminas de papiro era muy variable. La más larga que se conoce (40,5 metros) se encuentra en el Museo Británico de Londres. 

Más adelante, durante el periodo helenístico, hacia el siglo IV a. C., los libros más extensos comenzaron a subdividirse en varios rollos, que se almacenaban juntos.
Los escribas (o escribientes) profesionales se dedicaban a copiarlos o a escribirlos al dictado, y los rollos solían protegerse con telas y llevar una etiqueta con el nombre del autor. Atenas, Alejandría y Roma eran grandes centros de producción de libros, y los exportaban a todo el mundo conocido en la antigüedad. 

Sin embargo, el copiado a mano era lento y costoso, por lo que sólo los templos y algunas personas ricas o poderosas podían poseerlos, (y hasta eran celosamente custodiados por el valor que tenían)  y la mayor parte de los conocimientos se transmitían oralmente, por medio de la repetición y la memorización. Aunque los papiros eran baratos, fáciles de confeccionar y constituían una excelente superficie para la escritura, resultaban poco duraderos, muy frágiles, hasta el punto de que, en climas húmedos, se desintegraban en menos de cien años. Por esta razón, gran parte de la literatura y del resto de material escrito de la antigüedad se ha perdido de un modo irreversible. El pergamino y algunos materiales derivados de las pieles secas de animales no presentan tantos problemas.


El siglo IV marcó también la culminación de un largo proceso, que había comenzado en el siglo I, tendiente a sustituir los incómodos rollos por los primeros códices (del latín, 'libro'), antecedente directo de los actuales libros. El códice, que en un principio era utilizado por los griegos y los romanos para registros contables o como libro escolar, consistía en un cuadernillo de hojas rayadas hechas de madera cubierta de cera, de modo que se podía escribir sobre él con algo afilado y borrarlo después, si era necesario. Entre las tabletas de madera se insertaban, a veces, hojas adicionales de pergamino. Con el tiempo, fue aumentando la proporción de papiro o, posteriormente, pergamino, hasta que los libros pasaron a confeccionarse casi exclusivamente de estos materiales, plegados formando cuadernillos, que luego se reunían entre dos planchas de madera y se ataban con correas. Las columnas de estos nuevos formatos eran más anchas que las de los rollos. 

En la Europa de comienzos de la edad media, eran los monjes quienes escribían los libros, ya fuera para otros religiosos o para los gobernantes del momento. La mayor parte de ellos contenían fragmentos de la Biblia, aunque muchos eran copias de textos de la antigüedad Estos monjes medievales se interesaron también en la elaboración de nuevos compuestos químicos para perfeccionar la fabricación de tintas, e inventaron así la llamada tinta ferrotónica, perfeccionada en el siglo XVIII, mezclando ácido gálico con sulfato de hierro.


Los monjes solían escribir o copiar los libros en amplias salas de los monasterios denominadas escritorios. Al principio utilizaron gran variedad de estilos locales que tenían en común el hecho de escribir los textos en letras mayúsculas, costumbre heredada de los tiempos de los rollos. Más tarde, como consecuencia del resurgimiento del saber impulsado por Carlomagno en el siglo VIII, los escribas comenzaron a utilizar también las minúsculas, cursivas, y a escribir sus textos con una letra fina y redondeada que se basaba en modelos clásicos, y que inspiraría, varios siglos después, a muchos tipógrafos del renacimiento. 

Muchos libros medievales contenían dibujos realizados en tintas doradas y de otros colores, que servían para indicar los comienzos de sección, para ilustrar los textos o para decorar los bordes del manuscrito. Estos adornos iban desde los intrincados ornamentos del Libro de Kells, una copia de los Evangelios llevada a cabo en Irlanda o Escocia en el siglo VIII o IX, a las delicadas y detallistas escenas de la vida cotidiana del Libro de horas, del duque de Berry, un libro de oraciones confeccionado en los Países Bajos por los hermanos Limbourg en el siglo XV. Los libros medievales tenían portadas de madera, reforzadas a menudo con piezas de metal, y poseían cierres en forma de botones o candados. Muchas de las portadas iban cubiertas de piel y, a veces, estaban ricamente adornadas con trabajos de orfebrería en oro, plata, esmaltes y piedras preciosas. Estos bellísimos ejemplares eran auténticas obras de arte en cuya confección intervenían, hacia el final de la edad media, orfebres, artistas y escribas profesionales. En esta época se usaban las letras capitales para iniciar cada capítulo o cada párrafo.

Se cree que los primeros libros del Lejano Oriente estaban escritos sobre tablillas de bambú o madera, que luego se unían entre sí. Otro tipo de libros eran los constituidos por largas tiras de una mezcla de cáñamo y corteza inventada por los chinos en el siglo II d. C. Los Chinos fueron los primeros en experimentar la fabricación de papel (extraído de la morera y del bambú) y de tintas, pues desde muy antiguo usaban líquidos coloreados, y el negro de humo, y desde el 3000 antes de Cristo lograban hacer esas tintas indelebles y vivas, que hasta hoy se usan: la tinta china.

Al principio, estas tiras se incidían con plumas o pinceles de junco y se envolvían alrededor de cilindros de madera para formar un rollo. Más adelante, se comenzaron a plegar en forma de acordeón, a pegarse en uno de los lados y a colocarles portadas hechas de papel fino o tela. Los sabios y funcionarios que sabían escribir se esforzaron especialmente en caracterizar sus escritos de estilos distintivos de caligrafía, que era considerada como una de las bellas artes, lo cual no es de extrañar, pues tanto el chino como el japonés y el coreano,  utilizan para su escritura los  ideogramas.

En el siglo VI a. C., en China ya se imprimían textos utilizando pequeños bloques de madera con caracteres incisos, aunque el más antiguo de los libros impreso de este modo de que se tenga noticia, el Sutra del diamante, data del año 868. El Tripitaka, otro texto budista, que alcanzaba las 130.000 páginas, fue impreso en el 972. Por supuesto, imprimir libros a partir de bloques reutilizables resultaba más rápido y cómodo que tener que escribir las distintas copias del libro a mano, pero se necesitaba mucho tiempo para grabar cada bloque, y se podía utilizar para una sola obra. En el siglo XI, los chinos inventaron también la impresión a partir de bloques móviles, que podían ensamblarse y desensamblarse entre sí para componer distintas obras. Sin embargo, hicieron muy poco uso de este invento, debido a que el enorme número de caracteres (kanji o ideogramas) del chino -unos 7,000- hacía prácticamente inabordable la utilización de este sistema.
En Europa, se comenzaron a imprimir trabajos a partir de bloques de madera en la edad media, idea que debió llegar como consecuencia de los contactos que por entonces ya se tenían con Oriente. Los libros impresos con bloques de madera solían ser obras religiosas, con grandes ilustraciones y escaso texto.

En el siglo XV se dieron dos innovaciones tecnológicas que revolucionaron la producción de libros en Europa. Una fue el papel, cuya confección aprendieron los europeos de los pueblos musulmanes (que, a su vez, lo habían aprendido de China). La otra fue los tipos de imprenta móviles de metal, que habían inventado ellos mismos. Aunque varios países, como Francia, Italia y Holanda, se atribuyen este descubrimiento, por lo general se coincide en que fue el alemán Johann Gutenberg (nacido en los últimos años del siglo XIV en la ciudad de Mainz, cerca del Rin, en Alemania) quien inventó la imprenta basada en los tipos móviles de metal, y publicó en 1456 el primer libro importante realizado con este sistema, la Biblia de Gutenberg. Aunque es de señalar que con ese sistema, que agilizó la impresión, Gutenberg podía imprimir 40 páginas de su Biblia de 42 líneas, y tardó tres años en terminarla. El ingenioso inventor lograba copias en una aleación de plomo, antimonio y estaño que podían volverse a fundir cuantas veces fuera necesario.

Estos avances tecnológicos simplificaron la producción de libros, convirtiéndolos en objetos relativamente fáciles de confeccionar y, por tanto, accesibles a una parte considerable de la población. Al mismo tiempo, la alfabetización creció enormemente, quizás como resultado de los esfuerzos renacentistas por extender el conocimiento. Se comenzaron a incentivar las investigaciones para la fabricación de tintas de imprenta, y se hacían combinaciones de aceites con negro de humo.La imprenta llegó muy pronto a España, y se supone que el primer libro español se imprimió en 1471, aunque este hecho no está documentado.

 Se sabe  que en 1472 Johann Parix imprimió el Sinodal de Aguilafuerte, que se considera hoy en día, (a falta de datos sobre otros) el primer libro impreso español. El primer libro fechado impreso en España fue Comprehensorium de Johannes Grammaticus, que salió de la imprenta valenciana de Lambert Palmart el 23 de febrero de 1475.

 En los siguientes años, y auspiciados por la política cultural de los Reyes  Católicos, aparecerían otros muchos libros, como la primera gramática española, la Gramática Castellana del humanista Elio Antonio de Nebrija, impresa en Salamanca en  1492, y que resultaría fundamental para la fijación de nuestro idioma. Esta Gramática fue publicada en  el Siglo XX por la Edición de la Junta del Centenario MCMIXLVI, Madrid, 1946, en 2 volúmenes, en la que el segundo es una reproducción del incunable, sobre la edición "princeps" de 1942, y un apéndice con reproducciones de gramáticas románicas.

La prensa fue el primer instrumento usado por la imprenta, con la que se imprimía por presión.

La imprenta llegó a América algo más tarde, en 1540, año en que comenzó a funcionar la primera en México. La edición de libros se inició en seguida y se multiplicó vertiginosamente. Los impresores renacentistas italianos del siglo XVI establecieron algunas tradiciones que han sobrevivido hasta nuestros días. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la del uso de caracteres de tipo romano e itálico, de composiciones definidas o de portadas de cartón fino, a menudo forradas en piel. Utilizaban también las planchas de madera y de metal para incidir en ellas las ilustraciones y establecieron los distintos tamaños de los libros -folio, cuarto, octavo, duodécimo, 16º, 24º y 32º. 

Estas designaciones se refieren al número de páginas que se pueden conseguir plegando una gran lámina de papel en las imprentas. Así, una lámina doblada una sola vez forma dos hojas (o sea, cuatro páginas), y un libro compuesto por páginas de este tamaño se denomina folio. Del mismo modo, una lámina doblada dos veces forma cuatro hojas (ocho páginas), y el libro consiguiente se denominará cuarto, y así sucesivamente. Los editores europeos contemporáneos y las imprentas tradicionales  continúan utilizando esta terminología. A partir de la Revolución Industrial, la producción de libros se fue convirtiendo en un proceso muy mecanizado. En nuestro siglo, se ha hecho posible la publicación de grandes tiradas de libros a un precio relativamente bajo gracias a la aplicación al campo editorial de numerosos e importantes avances tecnológicos. 

Así, la baja en el costo de producción del papel y la introducción de la tela y la cartulina para la confección de las portadas, de prensas cilíndricas de gran velocidad, de la composición mecanizada de las páginas y de la reproducción fotográfica de las imágenes han permitido el acceso a los libros a la mayor parte de los ciudadanos occidentales. En América Latina se han desarrollado varios grandes centros productores de libros, a través de sus editoriales más conocidas, en Argentina, Chile, Colombia, México y Cuba.

A pesar de que los modernos medios de comunicación, como la radio, el cine y la televisión, han restado protagonismo cultural al libro, éste continúa siendo el principal medio de transmisión de conocimientos, enseñanzas y experiencias tanto reales como imaginadas y la principal fuente de aporte cultural del individuo. Por otro lado, aunque se ha especulado con la posibilidad de que el desarrollo de las tecnologías informáticas -que han acelerado el proceso de creación de libros, tanto en cuanto a la escritura como en cuanto a la producción industrial y, por tanto, reducido su costo- tengan, paradójicamente, como efecto la sustitución del libro por otras experiencias ligadas a la imagen (realidad virtual, películas interactivas u otros), cabe, sin duda, la posibilidad de que, del mismo modo que la reducción del precio del papel posibilitó la extensión del libro a amplias capas de la población, la sustitución del libro tradicional por el libro electrónico, con su consiguiente disminución de costos de producción y distribución, permita hacer accesible el conocimiento de textos, y da mayor acceso al libro electrónico a discapacitados motores y/o visuales. 

 El libro, en los comienzos en piedra, arcilla, papiro o pergaminos, en los tiempos modernos en papel, y en la actualidad en formatos digitales, CD, Internet u otra forma, si su finalidad es hacer circular las palabras e ideas, reales o de ficción, sigue siendo un libro.

Una característica unida al libro desde sus comienzos fue la de la inclusión en él de imágenes, que servían, en algunos casos, como apoyo o explicación del texto, pero que, en otros, tenían una finalidad puramente estética. En efecto, en muchas ocasiones, el escriba que copiaba a mano los libros incluía adornos o ilustraciones que servían para separar distintas partes, secciones o capítulos del texto o para embellecer o amenizar su lectura. Posteriormente, con la introducción del grabado a partir de planchas de metal o madera, muchos autores,  añadieron ilustraciones a sus libros, imágenes que se convirtieron en algo más que meras extensiones del texto. Algunos de los primeros y más bellos ejemplos modernos de interacción entre texto e imagen, lo constituyen las obras del poeta, pintor y grabador inglés William Blake.

Con la invención de la primera rotativa en 1846 y  de la máquina linotipo, recién se agilizó la impresión periodística, pues resultaban lentos y complicados los sistemas que se utilizaban para la impresión de libros.

Aderlis S. Marquez G.

CRF

http://www.educar.org/inventos/libro.asp

martes, 23 de noviembre de 2010

Telas para seda

La historia de la seda empieza en el siglo XXVII a. C. Prosigue durante tres milenios de exclusividad durante los que China exporta este tejido precioso sin revelar jamás el secreto de su fabricación. El arte de fabricar seda se transmitió después a otras civilizaciones gracias a mercaderes, ladrones y espías de todo tipo (monjes, princesas...). Una vez llega a Europa occidental a finales de la Edad Media, la producción de seda alcanza la fase de la industrialización a partir del siglo XIX. Luego sufrirá una importante decadencia, relacionada con el rápido desarrollo de la fabricación de este tejido en ciertos países de Asia y con las epidemias que afectaron a los gusanos de seda en Francia. Se ha vuelto a convertir finalmente en una producción esencialmente asiática.

Aparición de la seda

De hecho, no resulta posible fechar con exactitud la aparición del tejido en China. Se han encontrado fragmentos de seda en las tumbas reales de la Dinastía Shang, que reinó entre los siglos XVII y XI a. C.[4] pero el uso cotidiano de la seda sólo parece tener su culminación bajo la Dinastía Han, es decir, dos siglos antes de la era cristiana.

Monografias.com

Por aquella época, China ya había perdido su secreto, puesto que coreanos, japoneses y más tarde indios ya lo habían descubierto. Algunas alusiones a este tejido en el Antiguo Testamento demuestran que era conocido en el Oeste de Asia en los tiempos bíblicos. Los especialistas opinan que desde el siglo II a. C., los chinos ya habían establecido una red comercial con el objetivo de exportar seda a Occidente. Por ejemplo, se utilizaba en la corte aqueménida y por su rey Darío III cuando Alejandro Magno conquistó este Imperio. A pesar de que la seda se difundió rápidamente a través de Eurasia, su producción quedó durante tres mil años como una exclusiva china, si exceptuamos a Japón.

Aderlis S. Marquez G

CRF

http://www.monografias.com/trabajos66/inventos-mundo/inventos-mundo2.shtml

Segadora

Se difunde el uso de la segadora mecanica de Mac Cormick

Segadora que comprende: - un chasis (3), - un mecanismo de corte (5) soportado por dicho chasis (3), y - un mecanismo de reagrupado de cordones (6) que comprende un dispositivo de transporte longitudinal (17) y un dispositivo de transporte transversal (18), caracterizada porque dicho dispositivo de transporte longitudinal (17) comprende varios rodillos (22, 23, 24), de ejes longitudinales (25, 26, 27) sensiblemente perpendiculares a una dirección de avance (2) de dicha segadora (1), que están dispuestos uno detrás del otro según un mismo plano y que son arrastrados en rotación alrededor de dichos ejes longitudinales (25, 26, 27) de manera que en sus superficies transporten un producto, cortado por el mecanismo de corte (5), hacia la parte posterior de dicha segadora (1) y lo depositen sobre el dispositivo de transporte transversal (18).

Monografias.com

Inventor/es: WATTRON, BERNARD. WALCH, MARTIN / Nacionalidad: Frances

Aderlis S. Marquez G

CRF

http://www.monografias.com/trabajos66/inventos-mundo/inventos-mundo.shtml

Trilladora a vapor

James Watt (1769) introdujo una nueva fuerza impulsora de movimiento: el vapor de agua.

Monografias.com

Es el método mecanizado más antiguo que aún se practica en algunas comunidades donde la superficie a trillar es pequeña o las máquinas autopropulsadas no pueden trabajar La máquina es instala en un lugar llamado era a donde son llevadas las gavillas del cereal que ha sido cortado previamente. Es un sistema que requiere mucha mano de obra y además es muy lento por lo que no se presta para grandes volúmenes. En cortar una hectárea un hombre demora más o menos unas 50 horas

Las trilladoras estacionarias se fabricaron es serie hasta 1950 en los Estados Unidos, y todavía en algunas zonas. Su estructura primero de madera y luego de acero. Tenían un alimentador donde se depositaban las gavillas, cilindro de dientes, sacapaja, ventilador, harneros intercambiables para la limpieza y un ensacador.

Aderlis S. Marquez G

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El Cine

El cine fue oficialmente inaugurado como espectáculo en París, el 28 de diciembre de 1895. Desde entonces ha experimentado una serie de cambios en varios sentidos. Por un lado, la tecnología del cine ha evolucionado mucho, desde el primitivo cinematógrafo mudo de los hermanos Lumière, hasta el cine digital del siglo XXI. Por otro lado, ha evolucionado el lenguaje cinematográfico, incluyendo las convenciones del género, creando así los géneros cinematográficos. En tercer lugar, ha evolucionado con la sociedad, surgiendo así distintos movimientos cinematográficos y cinematografías nacionales.



La idea de capturar el movimiento por medios mecánicos es muy antigua. Existieron antecedentes en la cámara oscura, o el taumatropo. La técnica para captar la realidad por medios luminosos había sido ya desarrollada por los inventores del daguerrotipo y la fotografía, a mediados del XIX. Thomas Alva Edison, inventor de la lámpara incandescente y el fonógrafo, estuvo muy cerca también de inventar el cine, al patentar el kinetoscopio creado en su laboratorio por William Dickson, el cual, sin embargo, sólo permitía funciones muy limitadas. Inspirándose en éste, los hermanos Lumière, hijos del fotógrafo Antoine Lumière, crearon el cinematógrafo. La primera presentación fue en el ya mencionado 28 de diciembre de 1895, en París, y consistió en una serie de imágenes documentales, de las cuales se recuerdan aquella en salen los trabajadores de una fábrica, y la de un tren que parecía abalanzarse sobre los espectadores, ante lo cual éstos reaccionaron con un instintivo pavor.

Por un tiempo, el cine fue considerado una atracción menor, incluso un número de feria, pero cuando George Méliès usó todos sus recursos para simular experiencias mágicas, creando rudimentarios -pero eficaces- efectos especiales, los noveles realizadores captaron las grandes posibilidades que el invento ofrecía. De esta manera, en la primera década del siglo XX surgieron múltiples pequeños estudios fílmicos, tanto en Estados Unidos como en Europa. En la época, los filmes eran de pocos minutos y metraje, trataban temas más o menos simples, y tanto por decorados como por vestuario, eran de producción relativamente barata. Además, la técnica no había resuelto el problema del sonido, por lo que las funciones se acompañaban con un piano y un relator. Pero en este tiempo surgieron la casi totalidad de los géneros cinematográficos (ciencia ficción, históricas o de época); el género ausente fue, por supuesto, la comedia musical, que debería esperar hasta la aparición del cine sonoro.

También en la época se produjeron los primeros juicios en torno a los derechos de autor de las adaptaciones de novelas y obras teatrales al cine, lo que llevaría con el tiempo a la creación de las franquicias cinematográficas basadas en personajes o sagas.

Aderlis S. Marquez G

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http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_cine

Maquina de Hilar


Inventos que cambiaron el curso de la humanidad.
James Hargreaves; 22 de abril de 1720) fue un tejedor y carpintero de Lancashire, Inglaterra. Inventó la spinning jenny en 1764.

Junto con Richard Arkwright, Hargreaves es uno de los nombres más conocidos de la Revolución Industrial en Gran Bretaña, aunque se sabe poco sobre su persona. Nacido en Stanhill en Oswaldtwistle en Lancashire, vivió en Blackburn, que por entonces no era más que un pueblo de unos 5 000 habitantes, conocido por la fabricación de los "Blackburn greys", ropajes hechos de una trama de lino y algodón que normalmente se enviaban a Londres para que allí se les imprimiera algún motivo. La demanda de hilo de algodón desbordó pronto a la oferta, pues la rueda de hilar de un sólo hilo no podía abastecerla.

Se dice que la idea de la Jenny se le ocurrió al ver una rueda de un solo hilo girando sin control en el suelo en posición horizontal. Se dio cuenta de que si se situaban varios husos alineados y la rueda se ponía en horizontal en lugar de en vertical se podrían hilar varios hilos a la vez. Esta idea pudo nacer en la cabeza de Hargreaves o quizás en la de Thomas Highs, que tenía una hija llamada Jenny: las fuentes están en desacuerdo.

Hargraves se enfrentaría pronto a los luditas de Lancashire, hiladores tradicionales que veían peligrar sus puestos e trabajo por la invención de la nueva hiladora. Tras irrumpir en su taller y destruir toda su maquinaria Hargreaves tuvo que trasladarse a Nottingham, donde la industria del algodón se beneficiaría del incremento de producción de hilo. También Arkwright se trasladaría al Nottingham, donde alcanzó aún más éxito que Harreaves. Hargreaves hizo jennies para un hombre llamado Shipley. En julio de 1770 pidió la patente para su máquina, lo que le permitió emprender acciones legales contra los fabricantes de Lancashire que habían empezado a usar su diseño sin su permiso. Sin embargo, al haber pedido la patente con tanta tardanza su demanda no prosperó, aun así Hargreaves continuó en el negocio hasta su muerte en 1778, un año antes de que Samuel Crompton inventase la spinning mule, de diseño superior. Cuando murió, la jenny era muy utilizada en toda Gran Bretaña. Sin embargo, Hargreaves murió en la relativa pobreza.

Aderlis S. Marquez G.
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El maquinismo


Los primeros síntomas de la Revolución Industrial y el nacimiento del régimen fabril (relativo a la fábrica), tiene sus orígenes en la máquina textil.

El punto de partida tuvo lugar en Inglaterra, país que poseía ricos depósitos de carbón y de hierro y que podía obtener enormes cantidades de materias primas procedentes de sus muchas colonias dispersadas en el mundo.

Esta nación, en el siglo XVIII se había convertido en la potencia mercantil e industrial más importante del mundo. Sus posesiones se extendían por todo el globo por lo que las flotas inglesas recorrían todos los mares y sus comerciantes traficaban en todas las latitudes.

Dicha situación aumentó la demanda de muchos artículos, entre los que se contaban los tejidos de algodón y que por provenir en su mayor parte de la India, se les llamaba indianas. Debido a que la industria inglesa, basada en el simple trabajo manual de sus obreros, no alcanzaba a satisfacer las necesidades crecientes del mundo, y porque no podía competir con el bajo costo de la obra de los hindúes, los industriales de la región de Lancashire -vecina al pueblo de Liverpool- ofrecieron importantes premios a quienes lograsen crear nuevos procedimientos que fuesen más eficientes que la antigua rueca y el primitivo telar. A partir de estas ofertas surgieron las primeras máquinas para hilar, para tejer y para desmontar el algodón.

La primera máquina para hilar algodón fue lograda por James Hargreaves, carpintero-tejedor de Blackburn.

Durante los años 1764-1767, inventó un torno o maquinaria simple, movida a mano y por medio de la cual una mujer podía hilar, al principio seis o siete, pero después hasta ocho hilos a la vez. El torno es quizás la más importante de las máquinas-herramientas. La transformación final del torno en un instrumento metálico de alta precisión tuvo lugar en el siglo XVIII, gracias a Maudslay en Inglaterra, que permitió elaborar tornillos normalizados. Por otro lado, el pedal del torno dio a Watt el modelo para transformar el movimiento alternativo en rotativo en una máquina de vapor.

En la misma época, Richard Arkwright, barbero y confeccionador de pelucas de la ciudad de Preston, construyó en 1768 el "bastidor". Era una máquina hiladora movida por una rueda que era impulsada por una corriente de agua y que producía un hilo más resistente que la de Hargreaves. La tercera máquina para hilar algodón fue la de Samuel Crompton, un tejedor de Bolton.

El inventor de la primera máquina para tejer algodón fue el clérigo y poeta inglés Edmund Cartwright, quien en 1784, diseñó un telar provisto de una lanzadera automática, movido por una energía proporcionada por caballos, ruedas hidráulicas o bien máquinas a vapor.

Con la aparición y perfeccionamiento del hilado y el tejido del algodón aumentó la demanda de ese textil. De ahí que la creación del norteamericano Eli Whitney se estandarizó rápidamente. Whitney logró inventar la primera máquina desmotadora de algodón, es decir, una máquina que quitaba las semillas y las pelusas que naturalmente se encuentra en él.

Todos estos inventos provocaron trastornos. El telar hidráulico, la hiladora mecánica y el telar mecánico se transformaron en máquinas de gran peso y de grandes dimensiones, que no cabían en casas. De esta forma, nació la necesidad de emplazarlas en amplios edificios y, a la vez, contratar obreros que las hicieran funcionar bajo la vigilancia del dueño o de un administrador. Comenzó, entonces, a desarrollarse el régimen fabril.

El científico estadounidense, Benjamín Franklin, convencido que los rayos eran algo igual a la electricidad estática producida en Botella de Leyden, demostró en 1752, durante una tormenta eléctrica, que estaba en lo cierto. Franklin elevó un volantín o cometa y del cordel que la elevaba amarró una llave metálica. Este experimento sirvió de base para que el estadounidense inventara el pararrayos.

Años más tarde, en 1800 Alejandro Volta construye la primera pila eléctrica.

Durante el siglo XVIII se introdujo tanto en la industria como en la población el uso de carbón como fuente de energía. En la industria se vieron los beneficios en la utilización de la máquina de vapor y en los métodos para fundir y trabajar el hierro.

La edad del vapor










La aparición de la máquina a vapor se ha considerado como el inicio de la Revolución Industrial. La aplicación de esta fuente de energía realmente transformó el sistema de trabajo imperante en el siglo XVIII.

Al comenzar el siglo XIX, tanto Inglaterra como Francia y Estados Unidos comenzaron a tener un acelerado desarrollo en su industria manufacturera y el aprovechamiento de esta nueva energía pronto se utilizó en los buques y ferrocarriles.

El vapor sería la gran fuerza motriz del siglo XVIII. Se inventaron máquinas textiles cada vez más precisas, hasta que Santiago Watt inventó su célebre máquina de vapor en 1765, la que fue patentada en 1769. Este invento permitió que a finales del siglo XVIII se fabricaran los primeros telares accionados por el vapor, los que eliminaron una gran cantidad de mano de obra.

Aplicaciones

De ahí que se ha estimado que pocas invenciones han gravitado tanto sobre el curso de la historia como la máquina a vapor. Los primeros intentos de aprovechamiento de vapor datan de 1698, cuando Thomas Savery construyó la primera bomba accionada por esta fuente. Luego, en 1712, Thomas Newcomen, inventó el motor de balancín; en 1769, Nicolas Cugnot desarrollo un remolque de artillería propulsado por vapor; en 1780, James Watt ideó la primera máquina a vapor de "doble acción"; 1787, John Fitch construyó el primer buque a vapor, y en 1804, Richard Trevithick hace funcionar la primera locomotora arrastrada por una caldera a vapor. En el área automovilística, en 1769, Cugnot construyó en Francia y condujo el primer vehículo movido a vapor.

 

  • El barco a vapor: El primer modelo se denominó "Clermont", construido por el ingeniero estadounidense Robert Fulton. Dicha embarcación hizo por primera vez un servicio de regular de pasajeros en 1807, en el río Hudson, entre las ciudades de Nueva York y Albany, a razón de 8,5 kilómetros por hora. El modelo pesaba 150 toneladas y estaba equipado con una máquina a vapor y un rueda de pala. A partir de este barco, la navegación a vapor hizo rápidos avances en Estados Unidos y Europa, y en 1819, el "Savannah" cruzó el Atlántico. Paralelamente, se vio un auge en la construcción de canales, entre los cuales destacaron el Suez en 1869 y el de Panamá, puesto en servicio en 1914.
  • El primer submarino: El mismo creador del barco a vapor, Robert Fulton, fue quien ideó los planos, que presentó a un directorio francés, de un buque sumergible llamado Nautilus. En 1801 se realizaron las primera pruebas de submarino primitivo quedando el artefacto bajo el agua casi una hora.
  • Ferrocarril: Aunque la primera locomotora utilizable fue originada por Richard Trevithick en el 1801, el primer ferrocarril verdadero fue construido por George Stephenson, en 1814 (en la imagen, la locomotora Rocket construida por Stephenson). Su creación arrastró, sin dificultad, algunos vagones de carbón, y en sólo unos años, en 1825, corrió el primer tren de carga y de pasajeros a una velocidad de 24 kilómetros. A nuestro país, el primer prototipo de ferrocarril llega recién en 1851, fecha en que se inaugura el primer ferrocarril de Chile y del hemisferio sur que tuvo su recorrido entre Copiapó y Caldera.
     
  • Imprenta a vapor: En 1814, el Times, diario londinense, instaló la primera imprenta de vapor, que le permitió cumplir en dos horas el trabajo que antes exigía un día.
    Hasta la aparición de estos inventos, las únicas máquinas existentes eran accionadas por el viento, el agua y los músculos de hombres y animales.
    El maquinismo se desarrolló, primeramente, en Inglaterra hasta la caída de Napoleón en 1815, pues a partir de esa fecha y en el transcurso de los siglos XIX y XX, las máquinas fueron invadiendo los demás países de Europa y del mundo.
     

Desde fines de la pasada centuria, la revolución maquinista tuvo, como fundamental escenario, a los Estados Unidos, donde se realizaron los más trascendentales adelantos de carácter mecánico. Se inventaron nuevos medios de comunicación y de transporte. Se crearon artefactos de uso doméstico que modificaron las condiciones de vida diaria. Por último, se perfeccionaron las máquinas a vapor y se inventaron los motores eléctricos y de explosión.

Aderlis S. Marquez G

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